Miguel Angel Toro: Mi Historia

Desde el instante en que sus manos tocaron una gubia, Miguel Ángel Toro supo que su destino estaba ligado a la madera. Nacido hace 32 años en el corazón de una familia donde el arte era el lenguaje cotidiano, la figura de su padre, un escultor de extensa trayectoria, marcó sus primeros pasos. En ese entorno, rodeado de creaciones, Miguel Ángel aprendió desde la infancia el secreto de las formas, el manejo del espacio y la magia de dar vida a la materia prima. Para él, dibujar y esculpir no fueron elecciones, sino extensiones naturales de su ser.

A lo largo de los años, su camino lo llevó de vuelta al taller paterno, un espacio que se convirtió en su segundo hogar y su escuela definitiva. Hoy, Miguel Ángel se dedica por completo a la ebanistería y el tallado en madera, transformando troncos en piezas que van desde elegantes mesas de centro hasta imponentes mesas para dieciocho comensales, y desde pequeños letreros con encanto hasta monumentales obras de cinco metros de largo. Su talento florece en murales tallados que capturan la esencia del movimiento y la vida.

Lo que realmente impulsa a Miguel Ángel es la profunda conexión con sus creaciones. Busca transmitir emociones a través de la realidad que plasma en cada pieza, encontrando su inspiración más pura en la flora y fauna chilena, en la majestuosidad de sus volcanes y la profundidad de sus bosques. Le fascina especialmente tallar piezas únicas con un realismo asombroso en maderas nativas, uniendo elementos como la fuerza de un caballo en movimiento o la serena belleza de un zorro, con la riqueza de la flora del sur de Chile. Cada obra es un homenaje a la naturaleza que lo rodea, una ventana a la vida que palpita en el corazón de su tierra.

Para Miguel Ángel, la mueblería va mucho más allá de la funcionalidad. En cada mesa, cada cómoda o cada estructura, él busca fusionar el oficio con la expresión artística, creando conceptos de arte en piezas de ebanistería que trascienden su propósito práctico para convertirse en declaraciones estéticas.

En su taller, la magia se completa con el acompañamiento de la música clásica y las melodías inspiracionales, que lo sumergen en un estado de concentración y fluidez, permitiéndole dar forma a sus visiones más ambiciosas.